jueves, 23 de junio de 2011

Notas 4



A una persona como yo pueden sucederle muchas cosas.. Una porque soy distraída.. Otras por soy sensible... Otras porque soy mujer... mujer niña aun, aunque el epitafio no me agrade demasiado... en fin... Lo de distraída pienso, puede tener algún sentido, me da identidad…, una mas o menos lamentable, pero bien mía al fin y al cabo, me río de eso, no tengo problemas hasta que soy victima de mis propias voladas , como aquella vez q me subí a un bus por equivocación que me llevo a un pueblo de mierda y ahí estuve sin plata ni techo ,bajo un alero de plaza refugiándome de la lluvia y con interlocutor que me dejaba docta en las propiedades de las viñas de aquel terruño olvidado de Dios ..uff, o como la vez q aborde a una amiga de la infancia con entero entusiasmo... no era… ups… o la vez q deje las llaves dentro del departamento y para entrar tuve que desembolsar 15 lukas… q no tenia.. O la vez que se me olvido saludar a una amiga en su cumple y después encontrándome 2 veces consecutivas con ella , sentadas en una amena conversación, se me olvido reivindicar el desperfecto uff…. creo q mi instinto maternal conmigo no funciona en ese sentido, como una mamá q te diga .. Pero ayhhh cómo mijita?? No... Yo recuerdo un par de términos indecorosos y después pienso, bueno pues... qué hago entonces.. , y a veces hasta culpo al destino de mis propias voladas...Entonces me digo; bueno, pues llegue aquí a este pueblo de mierda porque seguramente no tenia que estar allá sino aquí viendo esto... …. patético.

Pero mi sensibilidad también me ha jugado varias pasadas malas... Como aquella pega que abandone porque simplemente no me gusto como me miraba mi jefe, viejo asquerosamente decrepito me miraba con cara de festín romano……y abandone esa bonificación monetaria q me permitiría lavar mi cabello con aquella emulsión balsámica que adoro y a cambio estoy lavándolo con Pantene, q horror...

O la vez q conociendo a un ingeniero civil pidiéndole el mail amablemente para enviarle un par de planos, lo bloquee porque considere q era un roto simplemente por no agradecer cordialmente el gesto, (además usaba pañoletas hippies y calcetín chilote, lo cual ya era condición más que suficiente para entregar su dirección al pasado.

O la vez q empaticé con una señorita de dudosa procedencia y por tomar a su hija en brazos me quede sin billetera y sin pendrive. Pero eso si hay q decirlo, lego unas cuantos vocablos indecorosos a mi asombro... q horror...

Una vez disfrutando de una copa de helado, maravilla de calóricos placeres prohibitivos, en una cita con el pertinente caballero q me interesaba, (sobre manera), se me ocurrió preguntarle cual había sido su película favorita de la pantalla grande, a lo q responde con un certero: TERMINATOR …. ¡¡¿¿??!! … creo q nunca en un segundo habían pasado tantas sensaciones por mi cabeza… boto mi cartera para poder reírme debajo de la mesa y desde debajo de la mesa le pregunto: uno o dos?? … termine pensando q no éramos muy afines…

Cosas poco comunes han pasado en mi vida como aquella vez un día me llama una amiga para decirme que casi oí una serenata que un caballero de cojones bien puestos y personalidad extraordinaria fue a cantarme a mi ventana. Estupefacta escucho su relato y en un segundo morí de romanticismo. Debo decir que pocas cosas en la vida me han conmovido tanto como aquel gesto que considere netamente bello. Aquel caballero anónimo – no supe su nombre- nunca se apareció por mi vida y debo decir q de saberlo me aparecería mañana por su ventana rodeada de mariachis con un cántico mas o menos “perdón q lo moleste con esta serenata... “a lo mero señorita mexicana y con un ramillete de flores como Dios manda.

Para terminar relataré las veces que he sufrido de shocks anafilácticos al recibir propuestas de amor del tipo “vamos a consumarlo” y debo decir que contadas veces he lamentado no tener los puños de un Rocky IV a la altura de Ivan Drago para dar vuelta a mi seudo exaltado de una trompada, claro, con mis puños entecos y enclenques en el arte poco podría hacer frente a la eventualidad, lo cual me merece entregar el desperfecto a un sutil y no bien puesto revés que para mi fatalidad le duele más a mis falanges que a su engreimiento… ups!!!

domingo, 18 de noviembre de 2007

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