NOTAS 6

Debo decir q me gusta escribir, no se si lo hago mal o bien, pero lo intento. Tengo mi propia teoría sobre las cosas q a uno le gusta hacer. Pienso q si te gusta algo, es imposible q éso lo hagas mal. Imposible.

Hasta q lo pensé estaba todo bien. Lo había visto en personas q hacen con amor su trabajo en muchos ámbitos, artesanos, dibujantes, vendedores, cocineros, pintores, etc. Solo que mi tesis fue refutada el mismo día que me puse a preparar tartaleta de limón.

Soy una aprendiz en la cocina, pero me encanta cocinar, y la tartaleta de limón es de mis favoritas, así fue q un buen día me agarro la receta y manos a la obra…

… Debo decir q estuve dos meses cocinándola los fines de semana en casa. Las primeras 2 veces me quedo blanda, blanda tan blanda y hundida al centro q parecía un cráter. No importa, no me desanimé. Convine q era un exceso de leche lo q hacia q se hundiera tanto, entonces la próxima vez le pondría menos leche …

Pero el efecto de cráter seguía!uff ¡! Entonces enojada le puse media taza de leche, (como si la masa tuviera la culpa jaja) lo cual es irrisoriamente insuficiente, termine con la masa pegada en las manos como 2 guantes!! jaja , pero no importa , no cedí en mi consideración y trabaje la masa con solo esa leche..

Al sacar el pastel del horno saque no un crater sino una piedra volcanica!! Quemada la masa absolutamente y tan dura como una piedra, y claro pues : La poca leche se consumio y luego el calor quemo la harina ¡! Ups….

…ya a esas alturas era la puta receta… y claro ¡! Después fui evolucionando el preparado a punta de quemadas, de crateres, de grosores de pankekes uff!!

Llegue a un resultado “comible”… y claro invitaba a mis amigas los finde para q probaran mi nuevo hobby ; la cocina. Y claro la tartaleta no tenia mal aspecto, tampoco bueno …

….. Claro entonces fue cuando me puse a meditar sobre la tartaleta y me di cuenta que efectivamente yo había sido la única q tiro por tierra su propia tesis de “si te gusta algo, es imposible q lo hagas mal…”

Y claro, lo q sufrieron mis desafortunadas amigas, Después del “te quedo rico Pame” se mataban de la risa entonces me llevaba diplomáticamente a la cocina los platos y desde ahí desterraba mi tartaleta al plato del perro..ups¡!