jueves, 31 de mayo de 2018

Cada Día Puede Ser Peor


Cada Día puede ser peor es una  expresión que usó nuestra ex presidenta haciendo referencia a una seguidilla de catástrofes que golpeaban a nuestro país por el año 2015;  también frente a su supuesta renuncia al cargo aludiendo a mínimos de aprobación histórica.

Aceptación fatigada frente a un escenario oscuramente complejo y una próxima proyección que raya en la actitud pusilánime y en esto; sin tesón para arribar a algún puerto? Fue la respuesta. 

La frase se tornó profética, no por las catástrofes naturales sino por  una actitud entregada, y lo que con esto reforzó en Chile la idea de falta de liderazgo en el sentido de conducir los destinos de nuestro país bajo una connotación positiva.  

La gobernante vio desvanecer su popularidad ante la desaceleración económica y una fuerte desconfianza de la población por la clase política, en medio de investigaciones a empresas por posible financiamiento irregular a políticos de distintas tendencias.

¿Cómo se puede leer esta fuerte sentencia de nuestra ex presidenta? y en este sentido las circunstancias pueden ser presa de eventualidades francamente desfavorables y la conciencia de ésta realidad puede llevar a leer lo acontecido a proyecciones a modo desmotivante, y en esto;   ¿proyectarlo a futuro? Creo que en este sentido fue una frase desafortunada.

 Existe un hacerse cargo de tales eventualidades;  y como jefe de Estado hacer que el gobierno funcione.

Por otro lado en el inconsciente colectivo queda estampada esta aseveración, que como conjugación en el tiempo, fue verdaderamente; profética.

La manera de enfrentar, de ver, de proyectarse hacia el  futuro hace que los ciudadanos creamos o no en nuestros gobernantes.

Los medios y la prensa amarillista motivada por el clásico ánimo de vender, sólo acrecentan en las masas aquello que motiva la conmoción, y ,  van dando forma a lo que es la opinión pública que no necesariamente los nutre de “ lo cierto” entendido como la verdad, más aún pueden coexistir muchas verdades.

La entrega de la información  la mayoría de las veces es  tendenciosa, que propende de alguna manera a un fin de entender las cosas tal cual nos las entregan y el cuestionarnos es la propia labor.

El gobierno de Bachelet termina con una seguidilla ansiosa de promulgación de leyes y  reformas mal pensadas causando un revuelo en la población acerca de lo que se exponía como un repunte del gobierno, lo cual polarizaba aún más al país, entre el oficialismo y los movimientos de oposición los cuales aseveraban fuertes críticas a su gestión como mandataria y a la instauración de reformas altamente cuestionadas.

Cada día puede ser peor.

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