Pide algo que deseas o mejor decide que eso se hará realidad,
y luego ten fe en que se hará realidad. Si realmente
piensas que eso es posible y que se te concederá, entonces se
te concederá, pero si dejas que la duda de apodere de ti... Te
diré algo más: los buenos y hermosos deseos provienen de la
parte más elevada de tu interior, de la parte de Dios que habita
en ti. Y si Él pone un deseo en ti, es porque tienes la
capacidad para realizarlo. Pero para lograrlo necesitas de tu
fe, de tu certeza y seguridad.
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